Aquí os dejamos el resumen que ha escrito Paula;
Salimos a
las 9:30 de Madrid, a medio camino paramos en una gasolinera para comernos lo
que teníamos preparado para media mañana, el viaje se hizo un poco largo, por
eso cuando llegamos a nuestro destino fue un alivio. Allí comimos y empezamos
nuestra ruta en bici.
Como era el
primer día, hubo muchííííííííííííííííííííísimos pinchazos, el primero fue
cuando solo llevábamos recorridos 50 metros, y como solo nos separaron en 2
grupos todos tuvimos que esperar a que lo arreglasen.
Hubo gente
que en ese día llegó a pinchar 2 veces casi seguidas, se supone que nos habían
dicho que íbamos a tardar 1 hora y media como mucho, pero ese día tardamos
(haciendo 10 Km) ¡¡¡4 horas y media!!! Al final del día empezó a llover.
Esa noche dormimos
en un polideportivo, (era muy grande, y hacía mucho frío), cenamos macarrones y
salchichas que prepararon los cocineros.
A la mañana
siguiente, nos despertamos a las 8:00, teniendo la visión de cómo Lanz hacía de
águila y cogía a los troperos del saco para que salieran.
Nos pusimos
a pedalear más o menos a las 9:30, con tan mala suerte que cuando llevábamos 2
horas pedaleando (y sin ningún pinchazo) empezó a llover a cántaros, tanto, que
tuvimos que parar en un pueblo medio abandonado, en el que nos dejaron entrar
en una especie de cafetería en la que entramos en calor con la calefacción
encendida, y un chocolatito caliente.
Como los
monis veían que no paraba de llover y estábamos de barro y de agua hasta las
orejas, tuvieron que llamar al autobús para que nos llevara a dónde íbamos a
llegar hoy (recorriendo 40 Km) que era una sala de un ayuntamiento, que por
cierto le habían quitado los cuadros por si acaso los manchábamos. Allí comimos
unos bocadillos y fuimos a ver el canal de Castilla, que estaba al lado del
pueblo, después los cocineros tuvieron que hacer la cena que fue espaguetis con
salsa carbonara. Esa noche
dormimos mucho mejor, gracias a la calefacción y que era un sitio más pequeño
que el polideportivo.
Por la
mañana, después de desayunar, nos montamos en las bicis que nos habían traído
en las furgonetas y nos pusimos en marcha, esta vez los monis, como el día
anterior habían comprobado que no podíamos hacer 40 Km en un día, decidieron
que el último día haríamos 17 aunque estuviese previsto hacer 40.
Ese día
costó muchísimo aunque acortasen el camino, porque como llovió el día anterior,
estaba todo embarrado y las ruedas se pegaban al camino y no te dejaban
avanzar, por eso terminando el camino, la mayoría de la gente iba andando, y
solo se subían cuando teníamos que bajar una cuesta.
Hubo gente
que se puso mala, y tuvieron que montar en la furgoneta para que les llevara
hasta dónde íbamos a parar y dónde nos iba a recoger el autobús para llevarnos
al campa, después de comer allí.
Llegamos al
campa por la tarde, y nos repartimos las habitaciones, todas las patrullas
menos una fuimos a las habitaciones “normales” y esa una fue a unas
habitaciones de “lujo”, nos duchamos con agua caliente.
Sin darnos
casi cuenta ya se había hecho de noche y tuvimos que ir a cenar, el comedor lo
compartíamos con la tropa del Escorial y con los escultas, ya que era bastante
grande.
Cuando
terminamos la cena, hicimos consejo de promesa, y quien no la pidiera fue a su habitación
a “dormir”.
Al día
siguiente, como todos habíamos dormido taaaanto nos levantamos con un sueño que
no podíamos con nuestra alma, desayunamos, y nos fuimos hacia León donde los
escultas nos habían preparado un juego de grupo que trataba sobre las clases de
animales.
Después del
tiempo que nos dejaron para comprar, nos montamos en el autobús, y vimos la
peli de Billy Elliot en la que nos basamos para hacer la velada.
Cuando
llegamos al campa hicimos consejo de sendas, que acabó muy tarde.
Por la
mañana los guías y los subguías terminaron los detalles del juego que habían
estado preparando días atrás, que trataba de una estpecie de pruebas de la
ciudad de “chocolandia” y que si las ganabas te daban escautitos, y con los
escautitos comprabas chocolate.
Ese día, por
la tarde, se hicieron las promesas con la tropa, y por la noche hicimos la
velada, que (menos mal) salvó Bosco Ling cuando se puso a bailar flamenco, y todo
el grupo le aplaudió.
Por la
mañana hicimos la única formación con todo el grupo de todo el campa, en el que
se hicieron todas las promesas de todas las unidades, y se nombraron a las
personas que habían conseguido la 1º, la 2º y la 3º senda.
Después de
todo eso nos montamos en el autobús camino hacia Madrid, en el que vimos 3
pelis enteritas.
Comimos en
la misma gasolinera donde habíamos parado la otra vez unos bocadillos de media
barra, y de “postre” unos rollitos de chocolate que estaban buenísimos.
Paula Piñeiro
Esperamos que todos hayais tenido tiempo para descansar en vuestras vacaciones!!
Saludosss de vuestros scouters.
PD: En breves colgaremos en el blog el album de las fotos del campa ;-)
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